El Bellavista es un hotel costero de propiedad familiar que conserva el carácter y el encanto de una época pasada, la estructura original fue construida en la década de 1920, para que más de unos pocos colombianos comenten que merece ser nombrado monumento nacional.

Se encuentra a 800 metros al norte de la antigua ciudad amurallada, literalmente a un tiro de piedra de la playa. Desde mayo hasta principios de noviembre, puedes disfrutar nadando allí y si sales lo suficientemente temprano en la mañana verás tantas garcetas y pelícanos reuniéndose alrededor de los pescadores mientras tiran de sus redes hacia la orilla como lo harías en cualquier otra área alrededor de Cartagena. De hecho, no hay mejor lugar en toda Cartagena para ver a los pelícanos volando en formación porque todos los días siguen una ruta que sale y regresa a su área de anidación principal que pasa justo por encima del muelle frente al Bellavista Así que el hotel hace honor a su nombre, hermosa vista.

Durante décadas, este lugar ha sido el favorito de intelectuales, artistas, estudiantes, músicos, además de personas comunes y corrientes, procedentes del interior de Colombia o en sus peregrinaciones de otras naciones sudamericanas, Europa y América del Norte.